Uno de los mayores limitantes en todo emprendimiento es la falta de dinero. Muchas veces se piensa que este es necesario para dar el primer paso, pero, ¿será cierto? ¿existirá algún método en donde puedas emprender sin tener un solo centavo? Al parecer, sí es posible.
César Dabián, conocido emprendedor y conferencista mexicano, afirma esta hipótesis y señala tres etapas para empezar, literal, desde cero. A estas etapas las llama “La Ruta del Dinero”, la cual consiste en trabajar por el dinero, cambiar este por activos e invertirlos de manera inteligente.
Ahora, no quiere decir que, por conocer esta ruta, tu camino emprendedor se te hará más fácil. Recuerda que debes tener un horizonte claro sobre qué es lo que deseas con tu proyecto para así evitar tropiezos e ir creciendo como la espuma; así que vamos a conocer, a detalle, cada una de estas etapas.
Trabajar por el dinero
Esta etapa es la más difícil, ya que avanza más lento en comparación con las otras dos y es aquí donde empieza tu emprendimiento, arrancando de a pocos. Lo primero que debes tener claro es que vas a trabajar por dinero – no al revés – y saber qué es lo que quieres. Para ello, debes juntar tus talentos con tus pasiones, que serán las bases de tu proyecto y establecer una comunidad o tribu.
Tu misión será liderar esta tribu, y para hacerlo debes generar contenido de valor en las distintas redes sociales que tengas, pero sin realizar ningún tipo de venta, por lo menos durante el primer año. Debes generar interés y mostrar tu liderazgo, siendo un facilitador de herramientas y recursos que esa tribu necesita. Así irás labrando tu camino al éxito. ¡Pero ojo! Eso no quiere decir que por estar en el proyecto, dejes de obtener dinero para los gastos cotidianos.
Una solución para obtener este dinero es vender cosas que ya no son vitales o que ya no usas, como dice el dicho, “los bienes se utilizan para resolver los males” y no se puede dejar de generar capital, al menos para cubrir los gastos del día a día.
Cambiar dinero por activos
Una vez que ya tienes liderada y ganada a la tribu por todo el contenido compartido, es momento de vender, de lanzar tu proyecto, que será un producto o servicio que irá acorde a lo que necesita tu tribu. Ellos serán tu primer mercado y aplicarán la ley de la reciprocidad, van a responder de manera positiva porque te has ganado su respeto y afinidad por la relación que han mantenido. Es más, tu tribu podrá sugerirte cosas distintas a las que tenías en mente inicialmente, haciendo que lo que ofrezcas sea más directo a lo que necesitan. Es por eso que muchas personas que han tenido tiempo liderando una comunidad, llegan a tener tanto éxito con sus productos o servicios lanzados, como Mariand Castrejón (Yuya) o Carolina Braedt (Fashaddicti), por mencionar algunos ejemplos.
Invertir de manera inteligente
Ya que tu producto o servicio ha tenido el éxito deseado, es momento de que empieces a invertir, pero de manera inteligente. El monto por invertir debe ser, como mínimo, la mitad de lo que tienes ahorrado y lo recomendable es que no sea en negocios o inmuebles, sino en actividades que generen ganancias y que vayan creciendo por sí solas, como en fondos de inversiones o en la bolsa de valores. Así, en un futuro estarás tranquilo financieramente y podrás hacer todas las actividades que desees.
Suena bien, ¿verdad? Pues manos a la obra. Es momento de que empieces con tu emprendimiento y dejar las excusas. Ya te mostramos un método efectivo en el que no necesitas dinero para empezar, solo juntar tu experiencia con tus pasiones y empezar a formar tu tribu, quien te acompañará, prácticamente de la mano, en todo tu camino emprendedor.